Nada cambia.
Bajo
Me detengo
En una población en blanco
En uno de esos caseríos marcados con un nombre
En una ciudad que soporta
Invitaciones Desembarcos Aterrizajes
De demasiados países
O en una de las astillas del encanto de la naturaleza.
Cruzo la calle Culmina una trayectoria.
Meto la mano al bolsillo y entrego propina
A los movimientos imaginarios
Que en las esquinas Agradecen y envidian.