Notice: Function _load_textdomain_just_in_time was called incorrectly. Translation loading for the wordpress-seo domain was triggered too early. This is usually an indicator for some code in the plugin or theme running too early. Translations should be loaded at the init action or later. Please see Debugging in WordPress for more information. (This message was added in version 6.7.0.) in /home/poema/public_html/wp-includes/functions.php on line 6114

Notice: La función _load_textdomain_just_in_time ha sido llamada de forma incorrecta. La carga de la traducción para el dominio inspiro se activó demasiado pronto. Esto suele ser un indicador de que algún código del plugin o tema se ejecuta demasiado pronto. Las traducciones deberían cargarse en la acción init o más tarde. Por favor, ve depuración en WordPress para más información. (Este mensaje fue añadido en la versión 6.7.0). in /home/poema/public_html/wp-includes/functions.php on line 6114
Y me encongí de hombros - Olga Nolla

Y me encongí de hombros

Hoy a las dos y treinta de la tarde
el patio de atrás de mi jardín en ruinas
era el paraíso que menciona La Biblia.
No tuve duda dello
al sentir las caricias de la brisa y del sol
sobre mis brazos y espalda.
Los pájaros cantaban en lo alto de los árboles
y las flores lucían sus colores
pavoneándose.
Al acercármeles las lagartijas no huían.
Me miraban más bien estupefactas,
casi desafiantes.
No titubeé en probar la manzana madura
que el Diablo me ofrecía.
Lo vi llegar vestido de cantante de rap:
pantalones a la rodilla y tenis,
gorra con visera hacia atrás.
No tuve miedo.
Era tan dulce su sonrisa y era
tan simpática.
Otras veces lo he odiado.
Le he tirado piedras.
Lo he ensopado con la manguera
y lo he perseguido con la escoba.
Pero hoy un día jueves del mes de mayo
mi patio era un sueño que se imponía al mundo
y los copos de luz cubrían las hojas;
los muros derruídos
quedaban traspasados por sus rayos
infinitamente frágiles.

Miré al diablo y no quise
agredirlo de nuevo.
Acepté la manzana, que era roja
igual que nos la ilustran los pintores
del Renacimiento europeo.
La probé y era suave
y tuve pena
del Diablo y su destino.
Todo lo que él quería que yo hiciera
me parecía aburrido.
Nada podía comparárse a la luz y a la brisa
entretejidas sobre mi piel,
hoy a las dos y treinta de la tarde
en mi jardín cerrado entre muros antiguos.
Lo miré tristemente y me encogí de hombros
y él se fue maldiciendo calle abajo
con el rabo metido entre las patas.

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