Bienvenido sea (III)

Verán los siglos un drama…
un sangriento panorama
que a Dios mismo asombrará.

En la cima del Calvario
la hostia blanca de un lirio
de sangre se manchará…

Sobre un monte funerario
se consumará un martirio,
y una virgen llorará…

¡Oh, cuan triste panorama!…
¡Cuánta sangre tiene el drama
que ni el tiempo borrará!…

Pero duerme Tú, entretanto.
Tiempo sobra para el llanto.
Ya se llorará.

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