En el mundo interpretado I

Cuerpo cierto y sombra equivocada,

la luz es también la soledad del ojo

y lo contemplado.

Mas ¿hasta cuándo?

Hasta que la lluvia descienda a la nube

y la luna abandone su órbita legendaria.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *