Hazlo por mí

Tráeme rosas robadas de algún jardín, cualquiera,
pero que sean robadas.
Me gusta lo furtivo, lo oculto, lo callado.
Dicen que hay en la luna un rostro que no vemos.
Tráeme de allí las rosas,
allí crecen sin miedo.
Es suyo el infinito.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *