Ne credere Byron

Siempre me he sentido como Carolina Lamb
desde que vi aquella película en La Habana.
Yo también me he disfrazado de cochero,
he hablado en idiomas extraños,
he falsificado identificaciones y
he escrito cartas apasionadas,
para despertar sobre tu pecho.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *