Doto mi vida de una esperanza agónica

Úntenme manos traspasadas por un
clavo de oro macizo
manos cuelgan del hombre
manos pinchadas
Tengo hambre
hambre del sueño que afluye en la
mínima sal
Todo mi cuerpo pegajoso
de moscas sucias y doradas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *