EL FUEGO CALCINA NUESTRAS CARNES

Este brazo de fuego
quemaba mi costado
recubierto de brotes
plenos de savia verde
cuando tu cabellera
fue de piedra en el viento
y mis sueños se abrían
en pétalos de carne.

Estos aires de fuego
derretirán la nieve
lejana de los polos
al cuajar en el árbol
nuestros dos corazones.

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