De éstos hablo

Mientras los buitres trazan círculos
alrededor del sol, como planetas,
los poetitas con sus versos
tiernas romanzas acompasan;
buscan el más elaborado de los silencios
y ordenan a sus tripas que no gruñan;
los buitres no quisieran
comer carne tan flaca,
tan desabrida como yeso,
tan poca cosa como un hueso
con una piel seca y sin brillo,
pero no hay nada bajo el cielo
para pegar el picotazo
sino estos pobres infelices
que gimen, muerden, se desgarran
pero no aflojan sus corbatas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *