Cartas interdimensionales (1)

Aunque parezca tierra lo que piso,
bajo mis pies el mar baila unos aires
de no sé qué país desconocido.
La vida nos propone cada cosa!
Y nosotros optamos por dejar
que el arte -desde su fino alero
volado sobre los precipicios-
responda por nosotros.

Hay quienes creen ser libres
cuando dan rienda suelta a su tiniebla:
reponden al horror
con otro horror de idéntica espesura.
Pero asomarse al infinito cuesta
encierro al sol, renuncia.
La libertad mayor -dice el artista-
es no hacer concesiones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *