CON MIS VIEJOS RETRATOS…

Señor, quiero ser yo, y sólo con lo mío,
por humilde que sea, aun pobre y pequeño;
nada de adornos vanos ni lujoso atavío
ni aquello que deslumbra en ambicioso sueño.

No quiero en devaneo, tampoco en desvarío,
lo que no corresponda, aunque sea halagüeño;
es triste lo ficticio, y mucho de vacío
disponer como propio de lo que no se es dueño.

Quedar con nuestras cosas, lo que en verdad motiva
y es razón de vivir en el cabal sentido
?unos viejos retratos, tal lámpara votiva
y la talla minúscula del antiguo San Roque?,
y conmigo ser yo es lo que quiero y pido,
dentro de lo que fuera y lo que al fin me toque.

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