Criaturas de la dicha…

Criaturas de la dicha

y de la pena, pequeñitas,

¿a qué volvieron esta tarde?

Sin ustedes no sería tan cruel

que me detenga mi padre

con una mirada de reproche,

cada vez que sólo

quiero salvarlo.

Sin ustedes

yo podría hablar con ella

cuando se para a mi puerta

como una estatua enorme

y me reclama amor.

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