Alguna noche insomne

Alguna noche insomne,
sentada al borde de la cama
los pies en mullidas zapatillas
y la tristeza enroscando
como un gato su cola en mis tobillos,
contemplo su tranquilo descanso,
su confinado sueño,
como si aún flotaran
en la acuosa seguridad de mis entrañas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *